Grupo 4to año

Actividades extras

A- Realizamos una filmación desde el hogar.

Objetivo: realizar una filmación con el celular en torno a la temática de la vida en cuarentena. El derecho a la salud y a la seguridad. Posibles riesgos. Dificultades. La filmación puede realizarse usando cualquier objeto que se tenga en casa. Los estudiantes no deben aparecer directamente pero sí el relato de la historia a través de su voz. El video debe durar un minuto.

Tener en cuenta que la historia debe incluir los posibles riesgos de la vida en el encierro: ejemplo: imposibilidad de acceso a sistemas de salud, alimentación, soledad, violencia de género.

B- Ver el siguiente video y realizar una reflexión en el mismo blog.

Actividades específicas del curso para la cuarentena

Actividad 1-

https://roxanarliteratura2020.wordpress.com/portfolio/iniciacion-al-analisis/

ACTIVIDAD 2: COORDINADA LITERATURA y BIOLOGÍA- (16-30 de marzo 2020)

Todos los trabajos deben ser realizados en grupos de a dos y enviarlos por medio del mail con los datos de los integrantes.

mail para envíos: profroxanarugnitz@gmail.

Ver el siguiente video sobre distopía:

Ver la película:

y responder:

a- Buscar qué es una distopía 

b- Ver la película y reconocer las señales del mundo distópico

c- Investigar cuáles serían los aspectos reconocibles como distópicos de estos últimos días, en torno a los anuncios sobre el CoronaVirus

d- ¿Por qué las decisiones y acciones humanas pueden ser un factor de riesgo mayor que el propio virus?

e- Buscar en redes y prensa imágenes de los últimos acontecimientos que puedan asociarse al mundo distópico. Explicar y argumentar el porqué.

f- Leer la siguiente publicación y vincular con el tema tratado:

https://www.lavaca.org/notas/el-capitalismo-tiene-sus-limites-la-mirada-de-judith-butler-sobre-el-coronavirus/

Enviar por correo electrónico a la profesora

Actividad 3.

Propuesta de trabajo en el siguiente link.

https://roxanarliteratura2020.wordpress.com/portfolio/literatura-comparada/

Actividad 4-

https://roxanarliteratura2020.wordpress.com/portfolio/proyecto-3/

Texto portada: (vinculado a la actividad 3)

Una modesta proposición de Jonathan Swift

Para prevenir que los niños de los pobres de Irlanda sean una carga para sus padres o el país, y para hacerlos útiles al público. Es un asunto melancólico para quienes pasean por esta gran ciudad o viajan por el campo, ver las calles, los caminos y las puertas de las cabañas atestados de mendigos del sexo femenino, seguidos de tres, cuatro o seis niños, todos en harapos e importunando a cada viajero por una limosna. Esas madres, en vez de hallarse en condiciones de trabajar para ganarse la vida honestamente, se ven obligadas a perder su tiempo en la vagancia, mendigando el sustento de sus desvalidos infantes: quienes, apenas crecen, se hacen ladrones por falta de trabajo, o abandonan su querido país natal para luchar por el Pretendiente en España, o se venden a sí mismos en las Barbados. Creo que todos los partidos están de acuerdo en que este número prodigioso de niños en los brazos, sobre las espaldas o a los talones de sus madres, y frecuentemente de sus padres, resulta en el deplorable estado actual del Reino un perjuicio adicional muy grande; y por lo tanto, quienquiera que encontrase un método razonable, económico y fácil para hacer de ellos miembros cabales y útiles del estado, merecería tanto agradecimiento del público como para tener instalada su estatua como protector de la Nación. Pero mi intención está muy lejos de limitarse a proveer solamente por los niños de los mendigos declarados: es de alcance mucho mayor y tendrá en cuenta el número total de infantes de cierta edad nacidos de padres que de hecho son tan poco capaces de mantenerlos como los que solicitan nuestra caridad en las calles. Por mi parte, habiendo volcado mis pensamientos durante muchos años sobre este importante asunto, y sopesado maduradamente los diversos planes de otros proyectistas, siempre los he encontrado groseramente equivocados en su cálculo. Es cierto que un niño recién nacido puede ser mantenido durante un año solar por la leche materna y poco alimento más; a lo sumo por un valor no mayor de dos chelines o su equivalente en mendrugos, que la madre puede conseguir ciertamente mediante su legítima ocupación de mendigar. Y es exactamente al año de edad que yo propongo que nos ocupemos de ellos de manera tal que en lugar de constituir una carga para sus padres o la parroquia, o de carecer de comida y vestido por el resto de sus vidas, contribuirán por el contrario a la alimentación, y en parte a la vestimenta, de muchos miles. Hay además otra gran ventaja en mi plan, que evitará esos abortos voluntarios y esa práctica horrenda, ¡cielos!, ¡demasiado frecuente entre nosotros!, de mujeres que asesinan a sus hijos bastardos, sacrificando a los pobres bebés inocentes, no sé si más por evitar los gastos que la vergüenza, lo cual arrancaría las lágrimas y la piedad del pecho más salvaje e inhumano. El número de almas en este reino se estima usualmente en un millón y medio, de éstas calculo que puede haber aproximadamente doscientas mil parejas cuyas mujeres son fecundas; de ese número resto treinta mil parejas capaces de mantener a sus hijos, aunque entiendo que puede no haber tantas bajo las actuales angustias del reino; pero suponiéndolo así, quedarán ciento setenta mil parideras. Resto nuevamente cincuenta mil por las mujeres que abortan, o cuyos hijos mueren por accidente o enfermedad antes de cumplir el año. Quedan sólo ciento veinte mil hijos de padres pobres nacidos anualmente: la cuestión es entonces, cómo se educará y sostendrá a esta cantidad, lo cual, como ya he dicho, es completamente imposible, en el actual estado de cosas, mediante los métodos hasta ahora propuestos. Porque no podemos emplearlos ni en la artesanía ni en la agricultura; ni construimos casas (quiero decir en el campo) ni cultivamos la tierra: raramente pueden ganarse la vida mediante el robo antes de los seis años, excepto cuando están precozmente dotados, aunque confieso que aprenden los rudimentos mucho antes, época durante la cual sólo pueden considerarse aficionados, según me ha informado un caballero del condado de Cavan, quien me aseguró que nunca supo de más de uno o dos casos bajo la edad de seis, ni siquiera en una parte del reino tan renombrada por la más pronta competencia en ese arte. Me aseguran nuestros comerciantes que un muchacho o muchacha no es mercancía vendible antes de los doce años; e incluso cuando llegan a esta edad no producirán más de tres libras o tres libras y media corona como máximo en la transacción; lo que ni siquiera puede compensar a los padres o al reino el gasto en nutrición y harapos, que habrá sido al menos de cuatro veces ese valor. 

Propondré ahora por lo tanto humildemente mis propias reflexiones, que espero no se prestarán a la menor objeción. Me ha asegurado un americano muy entendido que conozco en Londres, que un tierno niño sano y bien criado constituye al año de edad el alimento más delicioso, nutritivo y saludable, ya sea estofado, asado, al horno o hervido; y no dudo que servirá igualmente en un fricasé o un ragout. Ofrezco por lo tanto humildemente a la consideración del público que de los ciento veinte mil niños ya calculados, veinte mil se reserven para la reproducción, de los cuales sólo una cuarta parte serán machos; lo que es más de lo que permitimos a las ovejas, las vacas y los puercos; y mi razón es que esos niños raramente son frutos del matrimonio, una circunstancia no muy estimada por nuestros salvajes, en consecuencia un macho será suficiente para servir a cuatro hembras. De manera que los cien mil restantes pueden, al año de edad, ser ofrecidos en venta a las personas de calidad y fortuna del reino; aconsejando siempre a las madres que los amamanten copiosamente durante el último mes, a fin de ponerlos regordetes y mantecosos para una buena mesa. Un niño llenará dos fuentes en una comida para los amigos; y cuando la familia cene sola, el cuarto delantero o trasero constituirá un plato razonable, y sazonado con un poco de pimienta o de sal después de hervirlo resultará muy bueno hasta el cuarto día, especialmente en invierno. He calculado que como término medio un niño recién nacido pesará doce libras, y en un año solar, si es tolerablemente criado, alcanzará las veintiocho. Concedo que este manjar resultará algo costoso, y será por lo tanto muy apropiado para terratenientes, quienes, como ya han devorado a la mayoría de los padres, parecen acreditar los mejores derechos sobre los hijos. Todo el año habrá carne de infante, pero más abundantemente en marzo, y un poco antes o después: pues nos informa un grave autor, eminente médico francés, que siendo el pescado una dieta prolífica, en los países católicos romanos nacen muchos mas niños aproximadamente nueve meses después de Cuaresma que en cualquier otra estación; en consecuencia, contando un año después de Cuaresma, los mercados estarán más abarrotados que de costumbre, porque el número de niños papistas es por lo menos de tres a uno en este reino: y entonces esto traerá otra ventaja colateral, al disminuir el número de papistas entre nosotros. Ya he calculado el costo de crianza de un hijo de mendigo (entre los que incluyo a todos los cabañeros, a los jornaleros y a cuatro quintos de los campesinos) en unos dos chelines por año, harapos incluidos; y creo que ningún caballero se quejaría de pagar diez chelines por el cuerpo de un buen niño gordo, del cual, como he dicho, sacará cuatro fuentes de excelente carne nutritiva cuando sólo tenga a algún amigo o a su propia familia a comer con él. De este modo, el hacendado aprenderá a ser un buen terrateniente y se hará popular entre los arrendatarios; y la madre tendrá ocho chelines de ganancia limpia y quedará en condiciones de trabajar hasta que produzca otro niño.

«Una modesta proposición»

análisis

Desde el análisis estilístico de la crítica social en el enunciado, la praxis social del autor está íntimamente relacionada con la protesta social, en un momento histórico del siglo XVIII, en que la modernización de la política en Europa genera nuevos usos discursivos de los géneros literarios tradicionales. En el ensayo satírico, género literario del que Swift toma ciertas fórmulas composicionales, se consigue el efecto de disrrupción de lo lógico en que consiste su tono humorístico. Con su estilo discursivo de parodiar mediante la satirización y el humor negro, el enunciado de “Una modesta propuesta” ataca con ironía a la proposición indolente de las elites británicas sobre la miseria de los campesinos irlandeses. Reconociendo la alteridad implícita en todo discurso, el sujeto del enunciado se va a reflejar en “los ecos del cambio de los sujetos discursivos y de sus interrelaciones dialógicas se perciben en estos casos con claridad” (Bajtín, 1982: 283). Al nivel de los tropos retóricos, la heteroglosia se encuentra en el desdoblamiento del sujeto del enunciado, mediante la cual se compone la ironía, buscando “hacer oír la voz de otro capaz de realizar una afirmación absurda de la cual el enunciador básico no se hace responsable” (Filinich, 2013: 46). En especial, en el sarcasmo se ejecuta una burla mordaz, dura, ofensiva. En este sentido, el sarcasmo es un tipo de ironía, siendo que la ironía es una reacción más moderada que el sarcasmo, pues no tiene como objetivo burlarse u ofender, sino más bien acusar, implicar, desenmascarar algo que nadie quiere decir. Atacando la visión del mundo de la clase dominante de la época, la conclusión del argumento consiste en suspender el orden lógico de los valores morales cristianos para remontar una ficción burlesca de los informes técnicos sobre la problemática de las diferencias de clase. Como estrategia argumentativa, el modo que usa la ironía rompe con la lógica de valores morales del auditorio, burlándose de las soluciones de perogrullo (como las formulaciones de los tory, partido conservador inglés, a los que va dirigida la burla de Swift), las cuales, a fin de cuentas, buscan no cambiar nada. La parodización de una supuesta propuesta elevada por técnicos burócratas en los parlamentos modernos, funcionales al pragmatismo de los gobiernos, también se presenta con la selección léxica, coherentes con el lenguaje culto usado para un auditorio entendido, en palabras como “esquema”, “calculo”, “proposición”, “plan”, y fraseológica como en “habiendo volcado mis pensamientos durante muchos años sobre este importante asunto”. Así, el ataque se expresa como satirización, particularmente a través del sarcasmo, figura que consiste en el empleo de la ironía o la burla, usado en la literatura y en el arte de hablar en público. La sátira, género literario rico en sarcasmos, pretende mostrar y ridiculizar los defectos de una sociedad, centrándose en un tema en particular. La relación que adopta el tema y la composición en el estilo de “Una modesta propuesta” lleva al autor a romper con el orden de los valores dominantes. La propuesta de Swift juega con exacerbar la valoración de lo humano dentro del eje posesión de la tierra y trabajo de los campesinos, llevándolo al extremo radical de como si se tratase de la relación entre la carne y el hambre. En la sociedad occidental, esta relación estructurada entre el deseo y la necesidad, es la que se aplica en general a cómo los humanos tratamos a los animales que sirven de comida. La obra se opone a la desigualdad social, pero lo gracioso de su solución es el abismo que existe entre la sugerencia y los valores morales de la sociedad en la que se presenta. El efecto burlesco es el desplazamiento con que se confunde la estructura social con una estructura opuesta, como la que reduce a la humanidad a sus aspectos naturales, en este caso, desde el punto de vista más utilitarista, como recurso alimentario. Mediante el ethos discursivo del locutor que satiriza rompe con los valores morales generales que representan a los terratenientes ingleses, se exponen las contradicciones de un sistema social orquestado por sus intereses. La intención del discurso no deja de ser la de convencer con razones éticas y persuadir movilizando los sentimientos del auditorio. El efecto de incomodidad se construye incrementando de a poco el sentido de la diferencia en la política de los razonamientos que cavila el autor. El entimema plantea la diferencia entre la miseria de la mayoría y la bonanza de la minoría desde la similitud de un niño pobre con un ciervo, concluyendo en que estos últimos son abundantes como recursos. El texto comienza presentando un tema serio como la miseria de los mendigos que habitan las calles, pero pronto se empieza a barajar la posibilidad del comercio infantil, aunque se descarta por sus desventajas, a la manera del recorte sobre el objeto de estudio, aunque soslayando las influencias ideológicas de clase, justificado por su visión moderna y cientificista del mundo hasta deshumanizar a los pobres. La construcción humorística de la incomodidad como significante político de la obra articula paulatinamente el tropo del sarcasmo, acercándose a la mitad del texto cada uno de sus entimemas hacia el pico de incorrección política de la propuesta: La aceptación del canibalismo infantil. “Me ha asegurado un joven americano muy entendido que conozco en Londres, que un tierno niño saludable y bien criado constituye, al año de edad, el alimento más delicioso, nutritivo y sano, ya sea estofado, asado, al horno o hervido; y yo no dudo que servirá igualmente en un fricasé o en un guisado”. Desde este punto no hay vuelta atrás en la relación política entre el enunciado y su auditorio. El autor expresa la alteridad en su enunciado, pero como es desde la ironía satírica, la propuesta del canibalismo infantil se vuelve falsa, ante una apelación a la incomodidad del auditorio para manifestar un reclamo. De esta manera, analizar las huellas de la subjetividad en la obra nos muestra al sujeto del discurso desdoblándose en los planos del enunciado y la enunciación. De acuerdo con Filinich, por un lado, a nivel enuncivo se presenta el “yo” del sujeto del enunciado, un enunciador ingenuo, ficticio, burlesco, explicito, relativo a “lo dicho”; por otro, a nivel enunciativo se despliega el “yo” de la enunciación, el enunciatario irónico, verdadera voz del autor, cuyo sentido es serio, relativo al “decir” e implícito a la acción de comunicar. El enunciador irónico muestra su superioridad mediante la burla o la ridiculización de los interlocutores ingenuos, sacando provecho de la doble situación comunicativa, económicamente presentada, pues «ironista que se queda con la última palabra, tiene siempre una posición de poder” (2013: 47). La subjetividad en el enunciado aparece en las huellas con que dos sujetos son enunciados. Con respecto al sujeto del enunciado, éste se expresa mediante los subjetivemas. En la obra analizada, los “subjetivemas afectivos” proyectan la imagen del sujeto del enunciado expresándose con distancia y desafección por la condición humana de los pobres. Así, la parodia asume a la desigualdad social como parte de las diferencias naturales entre la miseria y la opulencia. En ese sentido, se compara los beneficios que los niños pobres presentan como reemplazo de la carne de ciervo. En la conclusión se exponen las ventajas que daría esta propuesta a la sociedad, en donde el uso lexical hace referencia a los destinatarios del ataque, como principales beneficios del orden social que se está burlando: 1.- La Iglesia en “los papistas que nos infestan anualmente”; 2.- Los terratenientes que impiden a “Los arrendatarios poseer algo de valor”; 3.- El Estado Nacional, cuyo “dinero no saldrá del país”. En la parodia de “Una modesta propuesta”, el autor busca romper con la red de determinaciones sociodiscursivas hasta el punto extremo. En “Me ha asegurado un joven americano muy entendido que conozco en Londres” la parodia expone una imagen fictiva del sujeto del enunciado, cuya bufonada lo eximiría de rendir cuentas por lo que dirá en seguida. De esta manera, “subjetivemas evaluativos” marcan a este nivel de la subjetividad ordenando el enunciado más controvertido del texto de una manera particular, al referenciar geográficamente la procedencia de tan exquisito proyecto. En una suerte de enálage (construcción gramatical que consiste en cambiar la función normal de las partes de la oración o sus accidentes en el discurso), la anticipación de la procedencia de tal humilde proposición, con “joven”, “norteamericano”, “en Londres” hay una reorientación para interpretar el enunciado. De esta manera, el/los auditorio/s entienden cuál es la imagen del sujeto del enunciado que se burla del exotismo moderno de las relaciones coloniales y qué se ironiza con las alegoría a los valores promovidos en el párrafo, como ya dijimos, más importante del texto. El sujeto de la enunciación habla por sí mismo encubiertamente, ajustándose al código del sarcasmo. En cambio, el sujeto del enunciado toma la palabra de otros para representar la parodia de su imagen ficcionada de sí mismo. En palabras de Amossy, la subjetividad que así se construye no es un “sujeto de pleno derecho” en el sentido del ejemplo del enunciado del condenado a muerte que describe Víctor Hugo. En el caso de esta sátira, los “subjetivemas axiomáticos” son justamente la conclusión difícil de aceptar. No se borra al sujeto del enunciado a pesar del mal gusto de su proposición porque justamente en eso consiste la burla. Si bien el lenguaje lo que le permite constituirse en conciencia singular como agente, la ironía y el humor negro reorientan el sentido que debería reconocer el auditorio, donde esta clase de “polemista se disfraza de buen ciudadano”. Desde una perspectiva dialógica sobre el enunciado, la argumentación como el conjunto de técnicas de legitimación de las creencia y el comportamiento por el cual un enunciado aceptado lleva a una conclusión menos aceptable. En el mismo sentido, la aparente incompatibilidad de la voz del “yo” y el sentido moral de los valores con que se persuade, en realidad, es que “el locutor proyecta un ethos que le permite entrar en relación con el otro y hacer que sus puntos de vista sean compartidos”. Retomando a la Nueva Retórica, el locutor debe adaptar su discurso a la imagen que tiene del auditorio al que se quiere dirigir. Para ello, el autor usa el sarcasmo y el humor para dirigirse a un auditorio compuesto. Al respecto, Amossy, la “doble destinación” puede ser parte de “una situación de comunicación de la que el locutor es plenamente consciente. El “yo” puede dirigirse con conocimiento de causa a dos auditorios distintos con un discurso único que proyecta intencionadamente, a cada uno de los públicos, una imagen de sí a veces similar, a veces diferente pero en ambos casos debe cumplir distintas funciones” (2010: 14). En el caso de “Una modesta propuesta”, por un lado, se dirige a un destinatario directo, pero ficticio y en broma, el supuesto auditorio de un parlamento al que se le presenta el proyecto; por otro lado, un segundo destinatario es indirecto y real, pero tácito y al que se dirige seriamente sin explicitarlo, pero que su identidad aparece por factores contextuales, es decir, la clase terrateniente que oprime al campesinado. Lo que la parodia plantea es el abismo entre aborrecer el canibalismo infantil (valor ideológico, propio de su visión del mundo) y, al mismo tiempo, cargar con los niveles la explotación material y moral con que someten al campesinado (valor económico, referido a la acumulación del capital). De este modo, la producción cultural en la sociedad de masas se apropian de los entimemas del oponente, dándole forma a una topología ideológica del discursos en cuya refutación se identifica la presencia implícita de topos con concepciones más democratizadoras del espacio social y de las voces que en él pueden participar legítimamente, y que se subordinaría a la concepción moderna del estilo discursivo.

Publicado por literaturarugnitz

profesora de Literatura efectiva de liceos públicos y privados. Escritora Crítica de teatro Revista Relaciones. Co fundadora del proyecto DiverGénTE

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