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Literatura para estudiantes

Insumos para trabajar la escritura

Qué es la escritura

La escritura es el sistema de comunicación humana por excelencia más allá de la palabra, es decir, del lenguaje verbal. Es el sistema de comunicación diferida más importante, el primero que permitió transmitir un mensaje desde una persona a otra aunque estas no estuvieran presentes en el mismo lugar ni en el mismo momento.

Su razón de ser, como el de todo sistema de comunicación, es la de servir como mecanismo de transmisión de mensajes e ideas, pero en particular, de aquellos que se pretende que permanezcan en el tiempo, incluso después de que quien generó ese mensaje ya no esté, también la escritura permite que el mensaje pueda reproducirse (igual o modificado) tiempo después de su primera aparición. Parece imposible imaginar nuestra vida actual sin la escritura, pese a que hoy contamos con muchos otros medios de comunicación; de modo que con más razón aún la escritura lo era todo en tiempos pasados.

Jugando con la escritura artística>

Un encuentro con la dramaturga uruguaya Jimena Márquez

Teatro en casa. Actriz Mané Perez.

Dirección Marianela Morena

4to año de liceo

Géneros literarios.

Actividades :

1Cacería de palabras.

Ingresar al siguiente link: https://roxanarliteratura2020.wordpress.com/portfolio/iniciacion-al-analisis/

2- La pandemia y la distopía

a- Investigar qué es una distopía.

Ver el siguiente video sobre distopía

b- Ver la siguiente película y reconocer en ella las señales del mundo distópico. Describirla, detallando las escenas que sirven como ejemplo.

c- Investigar cuáles serían los aspectos reconocibles como distópicos de estos últimos días, en torno a los anuncios sobre el CoronaVirus

d- ¿Por qué las decisiones y acciones humanas pueden ser un factor de riesgo mayor que el propio virus?

e- Buscar en redes y prensa imágenes de los últimos acontecimientos que puedan asociarse al mundo distópico. Explicar y argumentar el porqué.

ENVIAR EL TRABAJO POR MAIL: profroxanarugnitz@gmail.com

3- Aporofobia del texto a la realidad.

a- Qué es la aporofobia?

b- Leer el cuento de Jonathan Swift «Una modesta proposición» (que se encuentra en la zona de textos) y explicar por qué en el relato se observa la acción humana aporofóbica.

Una vez leído el texto portada en clases, observando los niveles temáticos ligados al concepto (previamente reconocido) de aporofobia, cada grupo deberá ver el video: ¿Qué tienen los pobres en la cabeza? de Mayra Arena

Y responder a las siguientes propuestas:

a-A qué siglo pertenece cada texto?

b- Qué es la aporofobia y cómo se aplica en estos temas? Explicarlo teniendo en cuenta lo que cada uno de los textos propone y ejemplificar con alguna escena específica.

c- Cuáles son las conexiones temáticas entre el cuento y el video?

d- una reflexión final que conecte ambos textos.

4- Del romance al tango. Un trabajo en perspectiva de derechos

Trabajo en equipo

Descripción:

  • Una vez desarrollado el análisis del romance, cada grupo de estudiante deberá escuchar la siguiente canción y señalar todos los aspectos que consideren, tengan en común. La canción: https://www.youtube.com/watch?v=QJG_LkQJSYs
  • Explicar por qué considera que, aún con la distancia temporal, estos temas siguen estando vigentes
  • Proponer un relato alternativo

Actividades extras

A- Realizamos una filmación desde el hogar.

Objetivo: realizar una filmación con el celular en torno a la temática de la vida en cuarentena. El derecho a la salud y a la seguridad. Posibles riesgos. Dificultades. La filmación puede realizarse usando cualquier objeto que se tenga en casa. Los estudiantes no deben aparecer directamente pero sí el relato de la historia a través de su voz. El video debe durar un minuto.

Tener en cuenta que la historia debe incluir los posibles riesgos de la vida en el encierro: ejemplo: imposibilidad de acceso a sistemas de salud, alimentación, soledad, violencia de género.

Ejemplo de trabajo de algunos estudiantes: Alumna de 4to año https://drive.google.com/open?id=1dNhXF5-OCd0HgEBJ3Ek8YCFFmJHtt-UQ

B- Ver el siguiente video y realizar una reflexión en el mismo blog.

C- juegos para la cuarentena:

https://puzzlefactory.pl/es

D- Observar las siguientes pinturas:

1-En primer lugar, buscar información de cada una de esas pinturas.

2-Luego, describir lo que ven en esas pinturas

3- Finalmente y de acuerdo a las imágenes: elegir una de las pinturas pintura, y reproducirla uds de la manera que se les ocurra y usando lo que tengan a mano y lo que necesiten para eso. Pueden escenificar la pintura o realizar un collage. Sacar foto de la producción y enviarla.

E- Ver el siguiente video sobre «Teatro en casa» (en tiempos de cuarentena) y realizar una filmación con el celular, que no dure más de un minuto, en la que se relate una situación crítica del encierro (inventada). Copiar el link de la filmación en el comentario del blog debajo del video.

Teatro en casa

F- Respondemos y jugamos: https://create.kahoot.it/share/romances-tradicionales/302066c3-dab3-4701-970c-c12712338f0d

Explicación:

a- ingresar al link de arriba, dar enter a: play as guest, luego ingresar a classic donde aparecerá un número (el pin)

b- En el celular ir a Play kahoot – Enter game. e ingresar el pin que aparece en pantalla.

c. jugar teniendo en cuenta los tiempos.

Biblioteca para 4to año

1- Texto portada:

UNA MODESTA PROPOSICIÓN de Jonathan Swift

Para prevenir que los niños de los pobres de Irlanda sean una carga para sus padres o el país, y para hacerlos útiles al público. Es un asunto melancólico para quienes pasean por esta gran ciudad o viajan por el campo, ver las calles, los caminos y las puertas de las cabañas atestados de mendigos del sexo femenino, seguidos de tres, cuatro o seis niños, todos en harapos e importunando a cada viajero por una limosna. Esas madres, en vez de hallarse en condiciones de trabajar para ganarse la vida honestamente, se ven obligadas a perder su tiempo en la vagancia, mendigando el sustento de sus desvalidos infantes: quienes, apenas crecen, se hacen ladrones por falta de trabajo, o abandonan su querido país natal para luchar por el Pretendiente en España, o se venden a sí mismos en las Barbados. Creo que todos los partidos están de acuerdo en que este número prodigioso de niños en los brazos, sobre las espaldas o a los talones de sus madres, y frecuentemente de sus padres, resulta en el deplorable estado actual del Reino un perjuicio adicional muy grande; y por lo tanto, quienquiera que encontrase un método razonable, económico y fácil para hacer de ellos miembros cabales y útiles del estado, merecería tanto agradecimiento del público como para tener instalada su estatua como protector de la Nación. Pero mi intención está muy lejos de limitarse a proveer solamente por los niños de los mendigos declarados: es de alcance mucho mayor y tendrá en cuenta el número total de infantes de cierta edad nacidos de padres que de hecho son tan poco capaces de mantenerlos como los que solicitan nuestra caridad en las calles. Por mi parte, habiendo volcado mis pensamientos durante muchos años sobre este importante asunto, y sopesado maduradamente los diversos planes de otros proyectistas, siempre los he encontrado groseramente equivocados en su cálculo. Es cierto que un niño recién nacido puede ser mantenido durante un año solar por la leche materna y poco alimento más; a lo sumo por un valor no mayor de dos chelines o su equivalente en mendrugos, que la madre puede conseguir ciertamente mediante su legítima ocupación de mendigar. Y es exactamente al año de edad que yo propongo que nos ocupemos de ellos de manera tal que en lugar de constituir una carga para sus padres o la parroquia, o de carecer de comida y vestido por el resto de sus vidas, contribuirán por el contrario a la alimentación, y en parte a la vestimenta, de muchos miles. Hay además otra gran ventaja en mi plan, que evitará esos abortos voluntarios y esa práctica horrenda, ¡cielos!, ¡demasiado frecuente entre nosotros!, de mujeres que asesinan a sus hijos bastardos, sacrificando a los pobres bebés inocentes, no sé si más por evitar los gastos que la vergüenza, lo cual arrancaría las lágrimas y la piedad del pecho más salvaje e inhumano. El número de almas en este reino se estima usualmente en un millón y medio, de éstas calculo que puede haber aproximadamente doscientas mil parejas cuyas mujeres son fecundas; de ese número resto treinta mil parejas capaces de mantener a sus hijos, aunque entiendo que puede no haber tantas bajo las actuales angustias del reino; pero suponiéndolo así, quedarán ciento setenta mil parideras. Resto nuevamente cincuenta mil por las mujeres que abortan, o cuyos hijos mueren por accidente o enfermedad antes de cumplir el año. Quedan sólo ciento veinte mil hijos de padres pobres nacidos anualmente: la cuestión es entonces, cómo se educará y sostendrá a esta cantidad, lo cual, como ya he dicho, es completamente imposible, en el actual estado de cosas, mediante los métodos hasta ahora propuestos. Porque no podemos emplearlos ni en la artesanía ni en la agricultura; ni construimos casas (quiero decir en el campo) ni cultivamos la tierra: raramente pueden ganarse la vida mediante el robo antes de los seis años, excepto cuando están precozmente dotados, aunque confieso que aprenden los rudimentos mucho antes, época durante la cual sólo pueden considerarse aficionados, según me ha informado un caballero del condado de Cavan, quien me aseguró que nunca supo de más de uno o dos casos bajo la edad de seis, ni siquiera en una parte del reino tan renombrada por la más pronta competencia en ese arte. Me aseguran nuestros comerciantes que un muchacho o muchacha no es mercancía vendible antes de los doce años; e incluso cuando llegan a esta edad no producirán más de tres libras o tres libras y media corona como máximo en la transacción; lo que ni siquiera puede compensar a los padres o al reino el gasto en nutrición y harapos, que habrá sido al menos de cuatro veces ese valor. 

Propondré ahora por lo tanto humildemente mis propias reflexiones, que espero no se prestarán a la menor objeción. Me ha asegurado un americano muy entendido que conozco en Londres, que un tierno niño sano y bien criado constituye al año de edad el alimento más delicioso, nutritivo y saludable, ya sea estofado, asado, al horno o hervido; y no dudo que servirá igualmente en un fricasé o un ragout. Ofrezco por lo tanto humildemente a la consideración del público que de los ciento veinte mil niños ya calculados, veinte mil se reserven para la reproducción, de los cuales sólo una cuarta parte serán machos; lo que es más de lo que permitimos a las ovejas, las vacas y los puercos; y mi razón es que esos niños raramente son frutos del matrimonio, una circunstancia no muy estimada por nuestros salvajes, en consecuencia un macho será suficiente para servir a cuatro hembras. De manera que los cien mil restantes pueden, al año de edad, ser ofrecidos en venta a las personas de calidad y fortuna del reino; aconsejando siempre a las madres que los amamanten copiosamente durante el último mes, a fin de ponerlos regordetes y mantecosos para una buena mesa. Un niño llenará dos fuentes en una comida para los amigos; y cuando la familia cene sola, el cuarto delantero o trasero constituirá un plato razonable, y sazonado con un poco de pimienta o de sal después de hervirlo resultará muy bueno hasta el cuarto día, especialmente en invierno. He calculado que como término medio un niño recién nacido pesará doce libras, y en un año solar, si es tolerablemente criado, alcanzará las veintiocho. Concedo que este manjar resultará algo costoso, y será por lo tanto muy apropiado para terratenientes, quienes, como ya han devorado a la mayoría de los padres, parecen acreditar los mejores derechos sobre los hijos. Todo el año habrá carne de infante, pero más abundantemente en marzo, y un poco antes o después: pues nos informa un grave autor, eminente médico francés, que siendo el pescado una dieta prolífica, en los países católicos romanos nacen muchos mas niños aproximadamente nueve meses después de Cuaresma que en cualquier otra estación; en consecuencia, contando un año después de Cuaresma, los mercados estarán más abarrotados que de costumbre, porque el número de niños papistas es por lo menos de tres a uno en este reino: y entonces esto traerá otra ventaja colateral, al disminuir el número de papistas entre nosotros. Ya he calculado el costo de crianza de un hijo de mendigo (entre los que incluyo a todos los cabañeros, a los jornaleros y a cuatro quintos de los campesinos) en unos dos chelines por año, harapos incluidos; y creo que ningún caballero se quejaría de pagar diez chelines por el cuerpo de un buen niño gordo, del cual, como he dicho, sacará cuatro fuentes de excelente carne nutritiva cuando sólo tenga a algún amigo o a su propia familia a comer con él. De este modo, el hacendado aprenderá a ser un buen terrateniente y se hará popular entre los arrendatarios; y la madre tendrá ocho chelines de ganancia limpia y quedará en condiciones de trabajar hasta que produzca otro niño.

“Una modesta proposición”

ANÁLISIS

Desde el análisis estilístico de la crítica social en el enunciado, la praxis social del autor está íntimamente relacionada con la protesta social, en un momento histórico del siglo XVIII, en que la modernización de la política en Europa genera nuevos usos discursivos de los géneros literarios tradicionales. En el ensayo satírico, género literario del que Swift toma ciertas fórmulas composicionales, se consigue el efecto de disrrupción de lo lógico en que consiste su tono humorístico. Con su estilo discursivo de parodiar mediante la satirización y el humor negro, el enunciado de “Una modesta propuesta” ataca con ironía a la proposición indolente de las elites británicas sobre la miseria de los campesinos irlandeses. Reconociendo la alteridad implícita en todo discurso, el sujeto del enunciado se va a reflejar en “los ecos del cambio de los sujetos discursivos y de sus interrelaciones dialógicas se perciben en estos casos con claridad” (Bajtín, 1982: 283). Al nivel de los tropos retóricos, la heteroglosia se encuentra en el desdoblamiento del sujeto del enunciado, mediante la cual se compone la ironía, buscando “hacer oír la voz de otro capaz de realizar una afirmación absurda de la cual el enunciador básico no se hace responsable” (Filinich, 2013: 46). En especial, en el sarcasmo se ejecuta una burla mordaz, dura, ofensiva. En este sentido, el sarcasmo es un tipo de ironía, siendo que la ironía es una reacción más moderada que el sarcasmo, pues no tiene como objetivo burlarse u ofender, sino más bien acusar, implicar, desenmascarar algo que nadie quiere decir. Atacando la visión del mundo de la clase dominante de la época, la conclusión del argumento consiste en suspender el orden lógico de los valores morales cristianos para remontar una ficción burlesca de los informes técnicos sobre la problemática de las diferencias de clase. Como estrategia argumentativa, el modo que usa la ironía rompe con la lógica de valores morales del auditorio, burlándose de las soluciones de perogrullo (como las formulaciones de los tory, partido conservador inglés, a los que va dirigida la burla de Swift), las cuales, a fin de cuentas, buscan no cambiar nada. La parodización de una supuesta propuesta elevada por técnicos burócratas en los parlamentos modernos, funcionales al pragmatismo de los gobiernos, también se presenta con la selección léxica, coherentes con el lenguaje culto usado para un auditorio entendido, en palabras como “esquema”, “calculo”, “proposición”, “plan”, y fraseológica como en “habiendo volcado mis pensamientos durante muchos años sobre este importante asunto”. Así, el ataque se expresa como satirización, particularmente a través del sarcasmo, figura que consiste en el empleo de la ironía o la burla, usado en la literatura y en el arte de hablar en público. La sátira, género literario rico en sarcasmos, pretende mostrar y ridiculizar los defectos de una sociedad, centrándose en un tema en particular. La relación que adopta el tema y la composición en el estilo de “Una modesta propuesta” lleva al autor a romper con el orden de los valores dominantes. La propuesta de Swift juega con exacerbar la valoración de lo humano dentro del eje posesión de la tierra y trabajo de los campesinos, llevándolo al extremo radical de como si se tratase de la relación entre la carne y el hambre. En la sociedad occidental, esta relación estructurada entre el deseo y la necesidad, es la que se aplica en general a cómo los humanos tratamos a los animales que sirven de comida. La obra se opone a la desigualdad social, pero lo gracioso de su solución es el abismo que existe entre la sugerencia y los valores morales de la sociedad en la que se presenta. El efecto burlesco es el desplazamiento con que se confunde la estructura social con una estructura opuesta, como la que reduce a la humanidad a sus aspectos naturales, en este caso, desde el punto de vista más utilitarista, como recurso alimentario. Mediante el ethos discursivo del locutor que satiriza rompe con los valores morales generales que representan a los terratenientes ingleses, se exponen las contradicciones de un sistema social orquestado por sus intereses. La intención del discurso no deja de ser la de convencer con razones éticas y persuadir movilizando los sentimientos del auditorio. El efecto de incomodidad se construye incrementando de a poco el sentido de la diferencia en la política de los razonamientos que cavila el autor. El entimema plantea la diferencia entre la miseria de la mayoría y la bonanza de la minoría desde la similitud de un niño pobre con un ciervo, concluyendo en que estos últimos son abundantes como recursos. El texto comienza presentando un tema serio como la miseria de los mendigos que habitan las calles, pero pronto se empieza a barajar la posibilidad del comercio infantil, aunque se descarta por sus desventajas, a la manera del recorte sobre el objeto de estudio, aunque soslayando las influencias ideológicas de clase, justificado por su visión moderna y cientificista del mundo hasta deshumanizar a los pobres. La construcción humorística de la incomodidad como significante político de la obra articula paulatinamente el tropo del sarcasmo, acercándose a la mitad del texto cada uno de sus entimemas hacia el pico de incorrección política de la propuesta: La aceptación del canibalismo infantil. “Me ha asegurado un joven americano muy entendido que conozco en Londres, que un tierno niño saludable y bien criado constituye, al año de edad, el alimento más delicioso, nutritivo y sano, ya sea estofado, asado, al horno o hervido; y yo no dudo que servirá igualmente en un fricasé o en un guisado”. Desde este punto no hay vuelta atrás en la relación política entre el enunciado y su auditorio. El autor expresa la alteridad en su enunciado, pero como es desde la ironía satírica, la propuesta del canibalismo infantil se vuelve falsa, ante una apelación a la incomodidad del auditorio para manifestar un reclamo. De esta manera, analizar las huellas de la subjetividad en la obra nos muestra al sujeto del discurso desdoblándose en los planos del enunciado y la enunciación. De acuerdo con Filinich, por un lado, a nivel enuncivo se presenta el “yo” del sujeto del enunciado, un enunciador ingenuo, ficticio, burlesco, explicito, relativo a “lo dicho”; por otro, a nivel enunciativo se despliega el “yo” de la enunciación, el enunciatario irónico, verdadera voz del autor, cuyo sentido es serio, relativo al “decir” e implícito a la acción de comunicar. El enunciador irónico muestra su superioridad mediante la burla o la ridiculización de los interlocutores ingenuos, sacando provecho de la doble situación comunicativa, económicamente presentada, pues “ironista que se queda con la última palabra, tiene siempre una posición de poder” (2013: 47). La subjetividad en el enunciado aparece en las huellas con que dos sujetos son enunciados. Con respecto al sujeto del enunciado, éste se expresa mediante los subjetivemas. En la obra analizada, los “subjetivemas afectivos” proyectan la imagen del sujeto del enunciado expresándose con distancia y desafección por la condición humana de los pobres. Así, la parodia asume a la desigualdad social como parte de las diferencias naturales entre la miseria y la opulencia. En ese sentido, se compara los beneficios que los niños pobres presentan como reemplazo de la carne de ciervo. En la conclusión se exponen las ventajas que daría esta propuesta a la sociedad, en donde el uso lexical hace referencia a los destinatarios del ataque, como principales beneficios del orden social que se está burlando: 1.- La Iglesia en “los papistas que nos infestan anualmente”; 2.- Los terratenientes que impiden a “Los arrendatarios poseer algo de valor”; 3.- El Estado Nacional, cuyo “dinero no saldrá del país”. En la parodia de “Una modesta propuesta”, el autor busca romper con la red de determinaciones sociodiscursivas hasta el punto extremo. En “Me ha asegurado un joven americano muy entendido que conozco en Londres” la parodia expone una imagen fictiva del sujeto del enunciado, cuya bufonada lo eximiría de rendir cuentas por lo que dirá en seguida. De esta manera, “subjetivemas evaluativos” marcan a este nivel de la subjetividad ordenando el enunciado más controvertido del texto de una manera particular, al referenciar geográficamente la procedencia de tan exquisito proyecto. En una suerte de enálage (construcción gramatical que consiste en cambiar la función normal de las partes de la oración o sus accidentes en el discurso), la anticipación de la procedencia de tal humilde proposición, con “joven”, “norteamericano”, “en Londres” hay una reorientación para interpretar el enunciado. De esta manera, el/los auditorio/s entienden cuál es la imagen del sujeto del enunciado que se burla del exotismo moderno de las relaciones coloniales y qué se ironiza con las alegoría a los valores promovidos en el párrafo, como ya dijimos, más importante del texto. El sujeto de la enunciación habla por sí mismo encubiertamente, ajustándose al código del sarcasmo. En cambio, el sujeto del enunciado toma la palabra de otros para representar la parodia de su imagen ficcionada de sí mismo. En palabras de Amossy, la subjetividad que así se construye no es un “sujeto de pleno derecho” en el sentido del ejemplo del enunciado del condenado a muerte que describe Víctor Hugo. En el caso de esta sátira, los “subjetivemas axiomáticos” son justamente la conclusión difícil de aceptar. No se borra al sujeto del enunciado a pesar del mal gusto de su proposición porque justamente en eso consiste la burla. Si bien el lenguaje lo que le permite constituirse en conciencia singular como agente, la ironía y el humor negro reorientan el sentido que debería reconocer el auditorio, donde esta clase de “polemista se disfraza de buen ciudadano”. Desde una perspectiva dialógica sobre el enunciado, la argumentación como el conjunto de técnicas de legitimación de las creencia y el comportamiento por el cual un enunciado aceptado lleva a una conclusión menos aceptable. En el mismo sentido, la aparente incompatibilidad de la voz del “yo” y el sentido moral de los valores con que se persuade, en realidad, es que “el locutor proyecta un ethos que le permite entrar en relación con el otro y hacer que sus puntos de vista sean compartidos”. Retomando a la Nueva Retórica, el locutor debe adaptar su discurso a la imagen que tiene del auditorio al que se quiere dirigir. Para ello, el autor usa el sarcasmo y el humor para dirigirse a un auditorio compuesto. Al respecto, Amossy, la “doble destinación” puede ser parte de “una situación de comunicación de la que el locutor es plenamente consciente. El “yo” puede dirigirse con conocimiento de causa a dos auditorios distintos con un discurso único que proyecta intencionadamente, a cada uno de los públicos, una imagen de sí a veces similar, a veces diferente pero en ambos casos debe cumplir distintas funciones” (2010: 14). En el caso de “Una modesta propuesta”, por un lado, se dirige a un destinatario directo, pero ficticio y en broma, el supuesto auditorio de un parlamento al que se le presenta el proyecto; por otro lado, un segundo destinatario es indirecto y real, pero tácito y al que se dirige seriamente sin explicitarlo, pero que su identidad aparece por factores contextuales, es decir, la clase terrateniente que oprime al campesinado. Lo que la parodia plantea es el abismo entre aborrecer el canibalismo infantil (valor ideológico, propio de su visión del mundo) y, al mismo tiempo, cargar con los niveles la explotación material y moral con que someten al campesinado (valor económico, referido a la acumulación del capital). De este modo, la producción cultural en la sociedad de masas se apropian de los entimemas del oponente, dándole forma a una topología ideológica del discursos en cuya refutación se identifica la presencia implícita de topos con concepciones más democratizadoras del espacio social y de las voces que en él pueden participar legítimamente, y que se subordinaría a la concepción moderna del estilo discursivo.

PRIMERA UNIDAD: Edad Media

materiales didácticos:

Textos e información sobre los ejes temáticos a trabajar en esta unidad:

1- FRAGMENTO DEL CANTAR DEL MIO CID

Texto completo: https://www.cjpb.org.uy/wp-content/uploads/repositorio/serviciosAlAfiliado/librosDigitales/Cantar-Mio-Cid.pdf

Los ojos de Mío Cid mucho llanto van llorando; hacia atrás vuelve la vista y se quedaba mirándolos. Vio como estaban las puertas abiertas y sin candados, vacías quedan las perchas ni con pieles ni con mantos, sin halcones de cazar y sin azores mudados. Y habló, como siempre habla, tan justo tan mesurado: “¡Bendito seas, Dios mío, Padre que estás en lo alto! Contra mí tramaron esto mis enemigos malvados”. 2 Agüeros en el camino de Burgos Ya aguijan a los caballos, ya les soltaron las riendas. Cuando salen de Vivar ven la corneja a la diestra, pero al ir a entrar en Burgos la llevaban a su izquierda. Movió Mío Cid los hombros y sacudió la cabeza: “¡Ánimo, Állvar Fáñez, ánimo, de nuestra tierra nos echan, pero cargados de honra hemos de volver a ella! ” 3 El Cid entra en Burgos Ya por la ciudad de Burgos el Cid Ruy Díaz entró. Sesenta pendones lleva detrás el Campeador. Todos salían a verle, niño, mujer y varón, a las ventanas de Burgos mucha gente se asomó. ¡Cuántos ojos que lloraban de grande que era el dolor! Y de los labios de todos sale la misma razón: “¡Qué buen vasallo sería si tuviese buen señor!”

ROMANCES

información :

a- DEFINICIÓN MÉTRICA:

El romance es una serie de versos indefinida de octosílabos con rima asonante en los versos pares.

El romance era, en su origen, una serie indeterminada de versos de dieciséis sílabas, monorrimos y asonantados. Luego, al publicarlos, se prefirió la forma
octosilábica (hubo para ello una fundamental razón gráfica, de comodidad por
parte de los editores) que resulta de la división del verso primitivo en sus
hemistiquios. De tal suerte el romance pasó a integrar una tirada de versos
asonantados en las líneas pares.

b- DEFINICIÓN POÉTICA:

El romance es un breve poema épico-lírico destinado al canto.
Épico, porque en el romance se narra, se cuenta algo; lírico, porque al mismo tiempo eso contado se impregna de la subjetividad (sentimientos, recuerdos, sueños, etc.) del poeta y el cuento se hace entonces canto.
(…)Pero además en los romances, como en la epopeya, frecuentemente la narración cede paso a la palabra, al discurso de los personajes. El cuento se transforma en acción, en drama. Y así se integran en estos breves poemas los clásicos géneros literarios: el épico, el lírico y el dramático.

EL ROMANCERO:

El Romancero es la agrupación de romances. A mediados del siglo XV, la palabra romance significaba composición poética de tipo tradicional y tono narrativo, constituida por versos de dieciséis sílabas que rimaban entre sí. Aunque muy pronto se adoptó la costumbre de partir los versos de dieciséis sílabas en octosílabos, todavía en el siglo XVI había quien era partidario de transcribir los romances con el primitivo verso largo.
La costumbre de escribir los romances en versos de ocho sílabas introducía la
siguiente modificación lógica: los versos pares rimaban entre sí, mientras que los impares quedaban libres.
El octosílabo, base del romance, es el verso genuino de Castilla. Su ritmo vivo lo hace especialmente apto para expresar la gracia leve, la agudeza de conceptos y el dinamismo de los diálogos.

Temas o tipos de romances–  

Históricos: tratan temas históricos o de héroes legendarios pertenecientes a la historia nacional.

Carolingios: están basados en los cantares de gesta franceses.-

Fronterizos: narran acontecimientos ocurridos en el frente o frontera con los moros durante la Reconquista.

Romances novelescos: gran variedad de temas, inspirados en el folclore español- 

Romances líricos: son una función de la libre imaginación y el gusto personal. Señala los rasgos subjetivos y sentimentales que reemplazan detalles menos dramáticos del cantar de gesta original. Se eliminan los elementos narrativos, y abandona el contexto para enfatizar la acción inmediata.

Información sobre Romances y Romancero

El romance es un poema característico de la tradición literaria española. Es un poema característico de la tradición oral y se populariza en el siglo XV cuando se recogen por primera vez en la escritura. A estas recopilaciones se les llamaron romanceros.
Según los orígenes de los romances podemos encontrar tres teorías:
1. La tradicionalista, sostenida por Gastón Paris. Para esta los romances habrían surgido de unas cantinelas épico-líricas de autor anónimo y colectivo, y que transmitidas oralmente se van modificando y ampliando.
2. La individualista, sostenida por Joseph Bédier. Esta teoría creía que los orígenes de la épica era el “Mester de Clerecía” (oficio de los clérigos). Estos eran los hombres poseedores de la cultura, y por tanto podían conocer los hechos históricos y redactarlos más tarde. Los individualistas creen que los romances son producto de estos clérigos que escribían y no de una colectividad. Usaban a los juglares como medio de difusión de la cultura, porque en un principio estos mesteres eran eclesiásticos. La refundición de estos menesteres dio origen a los romances, o a cantinelas más cortas.
3. La teoría neotradicionalista. Para esta teoría los romances habrían surgido de la fragmentación de las grandes epopeyas medievales o de cantares de gesta, tales como el Poema del Mio Cid. En este proceso, los cantares fueron cantados por los juglares, que circulaban no sólo en las cortes aristocráticas, sino también en las plazas públicas. Allí escuchaban los episodios más importantes y repetidos, se les grababa en la mente y a su vez los repetían y cantaban entre sí. La trasmisión se hizo oralmente entre padres e hijos, rescatando los fragmentos que tuvieran mayor interés, y mezclando otros, lo que creaban muchas variantes. Otros juglares sólo se dedicaban a cantar en público y por separado sólo los pasajes épicos que encerraban alguna acción o suceso. Esto es lo que se llamó el proceso de refundición.

De la transmisión:

Trovadores:
Eran autores nobles y cultos, poetas cortesanos cultos, que componían versos amatorios en lengua romance provenzal (sur de Francia). Se referían a la mujer amada, dueña, elegida y adorada del alma del poeta, idealizada y espiritualizada casi hasta lo religioso. Además de la lucha entre los caballeros feudales introdujo en los cantares el tema épico, por el cual los caballeros feudales pasaron a ser exaltados por sus hazañas guerreras.
Mientras el pueblo llano, siervo y villanos, se fue alejando del idioma culto y fue dando origen a expresiones de diversión basadas en la burla a los curas y frailes y la exaltación del vino y las mujeres.
El mundo feudal agrario dio paso al mundo feudal urbano, a los habitantes de villas y Burgos, naciendo un nuevo público, el burgués, a quienes interesaban las expresiones poéticas referidas a las damas de sus desvelos.
La estructura feudal de la Edad Media salpicada de burgos, o sea de centros urbanos que se formaban alrededor de un castillo, hizo que quienes proporcionaban entretenimiento tuvieran que desplazarse de un burgo a otro burgo. Así aparecen los juglares.

Juglares
Eran profesionales del arte que ejecutaban toda clase de actos para el entretenimiento, acompañados de instrumentos musicales de cuerda y percusión. Recitaban los poemas líricos compuestos por los trovadores. Los instrumentos musicales empleados eran el laúd y la vihuela (guitarra pequeña) y los de percusión eran tambores, panderos, cascabeles.
El estilo recitativo y en especial el canto acompañado de instrumentos musicales, exigía una expresión versificada, en períodos cortos y con frecuentes repeticiones rítmicas.
El repertorio de los juglares eran temas referentes al amor y la religión pero pronto fueron ampliándose, pasando a tratar temas vinculado a los caballeros cruzados o a cuestiones de guerras religiosas o políticas.

(El Romancero completo: http://biblioteca.cchs.csic.es/digitalizacion_tnt/pdfs/387190.pdf)

Los Romances a trabajar:

a- Romance de una fatal ocasión

Por aquellos prados verdes,

qué galana va la niña;

con su andar siega la yerba,

con los zapatos la trilla,

con el vuelo de la falda

a ambos lados la tendía.

El rocío de los campos

la daba por la rodilla;

arregazó su brial,

descubrió blanca camisa;

maldiciendo del rocío

y su gran descortesía,

miraba a un lado y a otro

por ver si alguien la veía.

Bien la vía el caballero

que tanto la pretendía;

mucho andaba el de a caballo,

mucho más que anda la niña:

allá se la fue a alcanzar

al pie de una verde oliva,

¡amargo que lleva el fruto,

amargo para la linda!

—¿Adónde por estos prados

camina sola mi vida?

—No me puedo detener,

que voy a la santa ermita.

—Tiempo es de hablarte, la blanca,

escúchesme aquí, la linda.

Abrazóla por sentarla

al pie de la verde oliva;

dieron vuelta sobre vuelta,

derribarla no podía.

Entre las vueltas que daban

la niña el puñal le quita,

metiéraselo en el pecho,

a la espalda le salía.

Entre el hervor de la sangre

el caballero decía:

—Perdime por tu hermosura;

perdóname, blanca niña.

No te alabes en tu tierra

ni te alabes en la mía

que mataste un caballero

con las armas que traía.

—No alabarme, caballero,

decirlo, bien me sería;

donde no encontrase gentes

a las aves lo diría.

Mas con mis ojos morenos,

¡Dios, cuánto te lloraría!

Puso el muerto en el caballo,

camina la sierra arriba;

encontró al santo ermitaño

a la puerta de la ermita:

—Entiérrame este cadáver

por Dios y Santa María.

—Si lo trajeras con honra

tú enterrarlo aquí podrías.

—Yo con honra sí lo traigo,

con honra y sin alegría.

Con el su puñal dorado

la sepultura le hacía;

con las sus manos tan blancas

de tierra el cuerpo cubría,

con lágrimas de sus ojos

le echaba el agua bendita.


b- ROMANCE DE GERINELDO Y LA INFANTA —

Gerineldo, Gerineldo,

paje del rey más querido,

quién te tuviera esta noche

en mi jardín florecido.

Válgame Dios, Gerineldo,

cuerpo que tienes tan lindo.

—Como soy vuestro criado,

señora, burláis conmigo.

—No me burlo, Gerineldo,

que de veras te lo digo.

—¿Y cuándo, señora mía,

cumpliréis lo prometido?

—Entre las doce y la una

que el rey estará dormido.

Media noche ya es pasada.

Gerineldo no ha venido.

«¡Oh, malhaya, Gerineldo,

quien amor puso contigo!»

—Abráisme, la mi señora,

abráisme, cuerpo garrido.

—¿Quién a mi estancia se atreve,

quién llama así a mi postigo?

—No os turbéis, señora mía,

que soy vuestro dulce amigo.

Tomáralo por la mano

y en el lecho lo ha metido;

entre juegos y deleites

la noche se les ha ido,

y allá hacia el amanecer

los dos se duermen vencidos.

Despertado había el rey

de un sueño despavorido.

«O me roban a la infanta

o traicionan el castillo.»

Aprisa llama a su paje

pidiéndole los vestidos:

«¡Gerineldo, Gerineldo,

el mi paje más querido!»

Tres veces le había llamado,

ninguna le ha respondido.

Puso la espada en la cinta,

adonde la infanta ha ido;

vio a su hija, vio a su paje

como mujer y marido.

«¿Mataré yo a Gerineldo,

a quien crié desde niño?

Pues si matare a la infanta,

mi reino queda perdido.

Pondré mi espada por medio,

que me sirva de testigo.»

Y salióse hacia el jardín

sin ser de nadie sentido.

Rebullíase la infanta

tres horas ya el sol salido;

con el frior de la espada

la dama se ha estremecido.

—Levántate, Gerineldo,

levántate, dueño mío,

la espada del rey mi padre

entre los dos ha dormido.

—¿Y adónde iré, mi señora,

que del rey no sea visto? —

Vete por ese jardín

cogiendo rosas y lirios;

pesares que te vinieren

yo los partiré contigo.

—¿Dónde vienes, Gerineldo,

tan mustio y descolorido?

—Vengo del jardín, buen rey,

por ver cómo ha florecido;

la fragancia de una rosa

la color me ha devaído.

—De esa rosa que has cortado

mi espada será testigo.

—Matadme, señor, matadme,

bien lo tengo merecido.

Ellos en estas razones,

la infanta a su padre vino:

—Rey y señor, no le mates,

mas dámelo por marido.

O si lo quieres matar

la muerte será conmigo.

c- Romance el veneno de Moriana

Madrugaba don Alonso

a poco el sol salido

;convidando va a su boda

a los parientes y amigos

;a las puertas de Moriana

sofrenaba su rocino:

-Buenos días, Morïana.

-Don Alfonso, bien venido.

-Vengo a brindarte, Moriana, 

para mi boda el domingo

.-Esas bodas, don Alonso,

debieran de ser conmigo; 

pero ya que no lo sean,

igual el convite estimo,

y en prueba de la amistad 

beberás del fresco vino,

en que solías beber

dentro en mi cuarto florido.

Morïana, muy ligera

en su cuarto se ha metido

;tres onzas de solimán

con el acero ha molido,

de la víbora los ojos,

sangre de un alacrán vivo:

-Bebe, bebe, don Alonso,

 bebe de este fresco vino.

-Bebe primero, Moriana,

que así está puesto en estilo.

Levantó el vaso Moriana,

lo puso en sus labios finos;

los dientes tiene menudos,

gota dentro no ha vertido.

Don Alonso, como es mozo,

maldita gota ha perdido.

-¿Qué me diste, Morïana,

qué me diste en este vino?

¡Las riendas tengo en la mano

y no veo a mi rocino!

-Vuelve a casa, don Alonso,

que el día ya va corrido

y se celará tu esposa

si quedas acá conmigo.

-¿Qué me diste, Morïana,

que pierdo todo el sentido?

¡Sáname de este veneno,

yo me he de casar contigo!

-No puede ser, don Alonso,

que el corazón te ha partido.

-¡Desdichada de mi madre

que ya no me verá vivo!

-Más desdichada la mía

desque te hube conocido

Segunda Unidad: Renacimiento

Contexto

Se conoce como Renacimiento al movimiento cultural y artístico que surgió en Italia ente los siglos XIV y XVI. Se extendió a toda Europa (especialmente, en países como Alemania, los Países Bajos, Inglaterra, Francia, España y Portugal).

Etimológicamente, la palabra renacimiento se compone con el prefijo latino re- que significa “reiteración” y el verbo nasci que expresa ”nacer”. Por lo tanto, renacimiento significa, literalmente, volver a nacer. Se usa figuradamente para referir la recuperación de energías o el ánimo, sea de un individuo o de un grupo.

En este sentido, el Renacimiento toma su nombre del afán por recuperar la grandeza cultural del pasado grecorromano, tiempo en que la península italiana era el centro del poder imperial. Florencia, Roma, Venecia, Génova, Nápoles y Milán fueron escenarios cruciales en su desarrollo.

Características del Renacimiento

  1. Antropocentrismo: El Renacimiento propone el paso de una sociedad y cultura teocéntrica hacia una sociedad antropocéntrica, en la cual el ser humano sea visto como el centro del universo. El antropocentrismo se basó filosóficamente en el humanismo antropocéntrico.
  2. Secularización de la sociedad: fue el proceso mediante el cual los sectores civiles de la sociedad fueron ganando mayor influencia política, económica y, especialmente, cultural, con respecto al poder detentado hasta entonces por la clase clerical.
  3. Valoración de la antigüedad clásica: el Renacimiento rescató muchos documentos producidos en la antigüedad clásica escritos en latín, griego y árabe, los cuales fueron traducidos a las lenguas vulgares en beneficio de la secularización. Además, se abocaron al estudio del arte grecorromano.
  4. Aparición de la idea del gentil-hombre: el Renacimiento creó el ideal del hombre múltiple y docto que debía conocer sobre todas las materias.
  5. Racionalismo y cientificismo: los renacentistas estaban convencidos de que todo puede ser explicado a través de la razón y la ciencia. Por ello florecieron las ciencias y destacaron científicos como Nicolás Copérnico, Galileo Galilei, Alonso de Santa Cruz, Miguel Servet y el propio Leonardo Da Vinci.
  6. Individualismo: el Renacimiento favorece la idea de la autoconcepción, autovaloración, autocalificación y autodistinción del hombre. No debe confundirse con el individualismo consumista.

Sobre el Arte

Teniendo presente este clima humanista, podremos ver tanto en la pintura, escultura y literatura que la figura humana estará en el centro de la obra. Pensemos en la Gicconda o Mona Lisa, obra de Leonardo tan conocida, o también podemos ver esta impronta en el David de Miguel Ángel. Esta es la época de las Madonas, es decir la época en la que se pintan toda clase de madres con sus niños en brazos, a semejanza de la Virgen María. Podemos ver que el motivo religioso no desaparece, sino que persiste, pero cambia la forma en que se pinta. En la Edad Media las pinturas eran motivos religiosos con un fin didáctico, enseñar sobre pasajes de las Escrituras. Ahora no se busca ese propósito, sino deleitar. Por eso la pintura comienza a preocuparse de otros detalles. Lo mismo pasa en la literatura, donde ya no hay un fin de enseñanza moral tan marcado, y comienza a darse paso a temáticas donde el hombre pueda expresar sus emociones, siempre en perfecta armonía y equilibrio.
Junto con los motivos religiosos, aparecen los motivos paganos. Ahora se pinta, además de las vírgenes, a las diosas griegas y latinas, o a los mitos de esa cultura. De la misma forma, las referencias a esos mitos se hacen patentes en la literatura.
La armonía y el equilibrio pasan a ser elementos fundamentales en la literatura y la pintura. Nada debe ser desproporcionado, nada debe mostrarse excesivamente apasionado, todo debe ser agradable al ojo humano. Por lo tanto, siendo el hombre un ser simétrico, es lógico pensar que todo lo que a sus ojos se presente debe también ser simétrico, porque eso mantiene el equilibrio y la armonía. Y esa armonía debe ser natural. Por eso el arte renacentista hace siempre referencia a la naturaleza. Las pinturas están cargadas de elementos naturales, y en la literatura, la naturaleza acompaña armónicamente el proceso de los hombres.
Esta época cargada de vitalidad, hace que los colores tengan brillo y luminosidad, y por lo tanto sean más vivaces que en la Edad Media que gustaba de la sobriedad en todas las cosas. A pesar de la vivacidad, nunca debe perderse el matiz de lo natural, así que esos colores serán equilibrados, y nunca agresivos al ojo humano.
Por último, nos referiremos a ese deseo de descubrir. Esto se traduce en la pintura en el descubrimiento de la perspectiva. La pintura empieza a preocuparse mucho por el fondo del cuadro, mostrar ese mundo que puede estar más allá. Si miramos la Giocconda, vamos a ver que detrás de la figura humana hay un campo, vital, inmenso, que se pierde en el horizonte. Esto traduce el sentir de una época. En la literatura aparecerá el movimiento tanto sugerido, como plasmado en juegos de palabras oL en imágenes metafóricas.

La pintura renacentista:

El tríptico de El Bosco:

Actividad:

  • Buscar pinturas representativas del Renacimiento (al menos 3 distintas)
  • Explicar a qué pintor pertenece y de qué se trata la pintura
  • Las pinturas que ha encontrado, son todas de pintores varones? Por qué supone que sucede eso?

La mujer en la España de los siglos XVI y XVII

https://divergenteeducacion.wordpress.com/2018/10/22/la-mujer-en-la-espana-de-los-siglos-xvi-y-xvii/

La novela picaresca

En 1554 y en varios sitios a la vez, se publicó un breve libro que estaba destinado a revolucionar todo el arte de la novelística europea y con el que podemos afirmar rotundamente que nace para el hombre occidental la novela moderna. Ese libro se llamó Vida de Lázaro de Tormes, de sus fortunas y adversidades. Apareció en Burgos, Amberes y Alcalá de Henares, lo que ha planteado graves problemas bibliográficos, ya que se piensa (hipotéticamente, puesto que nadie la ha alcanzado a ver) que existió una edición anterior, de 1553, de la que procederían estas tres simultáneas. Ese libro, corto, matizado de una serie de audacias hasta entonces desconocidas del mundo literario, es la primera novela picaresca, nombre con que se viene designando, tradicionalmente, una determinada peculiaridad artística, considerada, a la vez, como muy representativa de la literatura y el espíritu españoles.

Efectivamente, con el Lazarillo nace una nueva actitud frente al arte. Es un libro nuevo en lo que se refiere a su estructura y a su forma externa, pero aún lo es más por lo que atañe al espíritu que lo informa. Situado dentro de una corriente que podríamos llamar general, usada por todos los países (el motivo artístico basado en el desheredado, el vagabundo, el hampón), solamente en España alcanza un desarrollo literario universal, lejos de la anécdota. En todas partes ese motivo se queda en la corteza, como risa o burla. En España, penetra en el hondón de la realidad vital, y se convierte en una resonancia humana de la más depurada calidad. Intentemos poco a poco ir poniendo orden en esa masa literaria.

La novela picaresca tiene como personaje central al pícaro. El primer problema que nos asalta es la historia y etimología de la palabra pícaro, que, por cierto, ha resistido muy tozudamente a todos los intentos de aclaración. La voz ha aparecido por vez primera en textos de hacia 1541 y 1547. La interpretación más antigua la pone en relación con el latín pica, según la cual la palabra pícaro tendría el sentido de «miserable», ya que los romanos sujetaban a sus prisioneros atándolos, para ser vendidos como esclavos, a una pica o lanza clavada en el suelo. Se ha pensado también en la raíz pic, de picus, con el valor de «picar», donde la palabra adquiere el significado de «abrirse algo el camino a golpes, con esfuerzo», y desde ahí evolucionaría a indicar «el mendigo, el ladrón, el desharrapado». Y no está nada lejos el relacionarla con otras diversas acepciones de picar, bien sea por los pícaros de cocina, que picaban la carne o los aderezos oportunos (algo como hoy los pinches), o bien trabajaban sin sueldo ni tarea fijos en las cocinas y picaban para sustentarse en las comidas. Existen, sin embargo, testimonios anteriores que reflejan cumplidamente que el pícaro se ocupa en otros quehaceres diversos, y no exclusivamente en la cocina. Ya Covarrubias aventura que pícaro podía ponerse en relación con Picardía, ya que de allá emigraban muchos que siempre fueron gentes pobres. La pícara Justina, en efecto, habla de un sastre de aquella tierra que reunió una pequeña fortuna pordioseando en las romerías y en fingidas peregrinaciones a Compostela. También de los soldados desertores se dijo que vestían a lo picard, es decir: en el colmo del andrajo y la suciedad. Hay también quien ha propuesto relacionar pícaro con bigardobegardo, «vago, vicioso». La antigua acentuación picáro parece apoyar este origen, pero, de todos modos, las explicaciones propuestas dejan muchas dificultades por resolver. Lo cierto es que pícaro se llamó al héroe de este tipo de novelas, e incluso, como veremos luego más despacio, el personaje central de alguna de ellas, Guzmán de Alfarache, fue llamado el Pícaro por antonomasia, eliminando todo otro posible título: en los registros de libros que iban a América, El Pícaro designa siempre la obra de Mateo Alemán, a pesar de que la palabra no figuró en el título de la primera edición. Tampoco en el Lazarillo sale la voz ni una sola vez.

Claro está que dentro de un género literario que dura largo tiempo en fértil producción, el tipo ha de evolucionar. El pícaro inicial, el que nos refleja el Lazarillo, es en el fondo una buena persona. Es un muchacho de buen corazón, sin experiencia, al que la realidad circundante zarandea de mala manera y le hace sumirse en escepticismos y en fullerías. Sistemáticamente, la vida le puntea asechanzas de las que apenas sabe cómo zafarse, y acaba entregándose sin remedio y sin pena al medio que le exige defenderse y engañar. Pero no es un delincuente profesional, sino que le sobran cordura y viveza y le falta ambición. Cuando sus trampas acaban por ser desenvueltas en fracasos, llegan las palizas, los golpes, los ayunos, algún encarcelamiento. La resignación y la astucia afilándose son los únicos asideros que sobrenadan en su comportamiento. En cambio, el pícaro del XVII, ya avanzada y madura la novela, e incluso desintegrándose, parará en galeras, en la clara situación de una sociedad que necesita defenderse de él. Pero lo que no existirá nunca en toda la trayectoria de la novela es un solo pícaro necio o estúpido, ni tampoco desesperado de su suerte. Detrás de todo, por amargo que resulte, queda siempre flotando una vaga luz de esperanza, de volver a empezar, aliento de vida que no se resigna a caer en un silencio definitivo.

Lazarillo de Tormes

Texto completo: http://www.ataun.eus/BIBLIOTECAGRATUITA/Cl%C3%A1sicos%20en%20Espa%C3%B1ol/An%C3%B3nimo/La%20vida%20de%20Lazarillo%20de%20Tormes.pdf

TRATADO PRIMERO (a trabajar en clase)

(estructurado a través de los distintos momentos de la vida de Lazarillo)

PRESENTACIÓN DEL PERSONAJE Y VIDA DE SU PADRE

Sepa Vuestra Merced que a mí me llaman Lázaro de Tormes, hijo de Tomé González y de Antona Pérez, naturales de Tejares, aldea de Salamanca. Mi nacimiento fue dentro del río Tormes, de donde viene mi sobrenombre y ocurrió de esta manera: mi padre trabajaba llevando trigo a un molino que está en la ribera de aquel río y estando mi madre preñada de mí, una noche en el molino, se puso de parto y me parió allí. De manera que, en verdad, puedo decir que he nacido en el río.

Cuando yo tenía ocho años, achacaron a mi padre ciertas sangrías hechas en los sacos de los que allí a moler venían, por lo que fue preso y confesó y no negó y fue condenado. En este tiempo se preparó un ejército contra los moros, en el cual fue mi padre con cargo de acemilero de un caballero y con su señor, como leal feneció su vida. 

VIDA DE LAZARILLO JUNTO A SU MADRE Y PRESENTACIÓN DEL ZAIDE

Mi madre viuda, como sin marido y sin abrigo se viese, se fue a vivir a Salamanca y alquiló una casa y guisaba para ciertos estudiantes y lavaba la ropa a ciertos mozos de caballos del Comendador de la Magdalena, de manera que fue frecuentando las caballerizas. Ella y un hombre negro de aquellos que cuidaban las bestias, vinieron en conocimiento. A mí al principio no me gustaba y le tenía miedo, viendo el color y mal gesto que tenía; mas cuando vi que con su venida mejoraba el comer, le fui apreciando porque siempre traía pan, pedazos de carne y en el invierno leños, con los que nos calentábamos. De manera que mi madre vino a darme un negrito muy bonito, con el cual yo jugaba y ayudaba a calentar. Y recuerdo que, estando el negro de mi padre jugando con el mozuelo, como el niño veía a mi madre y a mí blancos y a él no, huía de él con miedo y señalando con el dedo decía: – ¡Madre, coco! Respondió él riendo: – ¡Hideputa! Yo, aunque era un niño, noté que «aquella palabra» se refería a mi hermanico, y dije para mí: «¡Cuantos debe de haber en el mundo que huyen de otros porque no se ven a sí mismos!». Quiso nuestra mala fortuna que lo que hacía el Zaide, que así se llamaba el negro, llegó a oídos del mayordomo del Comendador y se descubrió que robaba la mitad de la cebada que para las bestias le daban y además salvado, leña, almohazas y mandiles y fingía que se perdían las mantas y sábanas de los caballos y cuando otra cosa no tenía, las bestias desherraba y todo el dinero que sacaba se lo daba a mi madre para criar a mi hermanico. Y se demostró cuanto digo y aún más, porque a mí con amenazas me preguntaban y como niño respondía y descubría cuanto sabía con miedo, hasta ciertas herraduras que vendí a un herrero por mandado de mi madre. Al triste de mi padrastro azotaron y pringaron y a mi madre le pusieron por pena, además del acostumbrado centenario que no entrase en casa del Comendador ni que acogiese en su casa al lastimado Zaide. Mi madre se fue a servir a los que vivían en el mesón de la Solana y allí, padeciendo mil importunidades, se acabó de criar mi hermanico hasta que supo andar y yo hasta ser buen mozuelo, que iba a los huéspedes por vino y candelas y por lo demás que me mandaban.

VIDA DE LAZARILLO JUNTO AL CIEGO

En este tiempo vino a hospedarse en el mesón un ciego, el cual, pareciéndole que yo serviría para guiarle, me pidió a mi madre y ella me encomendó a él, diciéndole que yo era hijo de un buen hombre que había muerto en la batalla de los Gelves y que ella confiaba en Dios que yo no saldría peor hombre que mi padre y que le rogaba me tratase bien y mirase por mí, pues era huérfano. Él le respondió que así lo haría y que me recibía no por mozo sino por hijo. Y así comencé a servir y guiar a mi «nuevo y viejo» amo. Estuvimos en Salamanca algunos días, pero como mi amo no estaba contento con las ganancias, decidió irse de allí y antes de marcharnos yo fui a despedirme de mi madre y, ambos llorando, me dio su bendición diciendo: – Hijo, ya sé que no te veré más. Procura ser bueno y que Dios te guíe. Te he criado y con buen amo te he puesto. Desde ahora tienes que valerte por ti. 

INICIACIÓN A LA VIDA PICARESCA

 Y así me fui con mi amo, que esperándome estaba. Salimos de Salamanca y llegando al puente, el ciego me mandó que me acercara al animal de piedra que tiene forma de toro y allí puesto, me dijo: – Lázaro, apoya el oído a este toro y oirás gran ruido dentro de él. Yo simplemente llegué, creyendo ser así y cuando sintió que tenía la cabeza sobre la piedra, cerró la mano y me dio un gran golpe contra el toro que más de tres días me duró el dolor de la cornada y me dijo: – Necio, aprende que el mozo del ciego ha de saber un poco más que el diablo. Y rió mucho la burla. Me pareció que en aquel instante desperté de la simpleza en que, como niño, dormido estaba. Dije para mí: «Verdad dice este, que tengo que estar atento y espabilar, pues estoy solo y debo pensar en valerme por mí mismo». Comenzamos nuestro camino y en muy pocos días me enseñó jerigonza y como veía que yo aprendía rápido, disfrutaba mucho y decía: – Yo ni oro ni plata te puedo dar, pero consejos para vivir muchos te enseñaré. Y fue así que, después de Dios, éste me dio la vida y siendo ciego me alumbró y adiestró en la carrera de vivir.

PRESENTACIÓN DEL CIEGO

Sepa Vuestra Merced que desde que Dios creó el mundo, a nadie hizo tan astuto y sagaz como a mi amo. En su oficio era un águila; más de cien oraciones sabía de memoria: un tono bajo, reposado y muy sonable que hacia resonar la iglesia donde rezaba, un rostro humilde y devoto que ponía cuando rezaba, sin hacer gestos con la boca ni los ojos, como otros suelen hacer. Además tenía otras mil formas y maneras para sacar el dinero. Decía saber oraciones para muchos y diversos efectos: para mujeres que no parían, para las que estaban de parto, para las que eran malcasadas que sus maridos las quisiesen bien, echaba pronósticos a las preñadas, si traía hijo o hija. Pues en caso de medicina, decía que Galeno no supo la mitad que él para muela, desmayos o males de madre. Finalmente, si alguien le decía padecer alguna enfermedad enseguida le decía: – Haced esto, haced esto otro, coged tal hierba, tomad tal raíz. Con todo esto tenía a todo el mundo tras él, especialmente las mujeres, que creían todo cuanto les decía. De ellas sacaba él grandes provechos con las artes que digo y ganaba más en un mes que cien ciegos en un año. Pero también quiero que sepa Vuestra Merced que, con todo lo que ganaba, jamás conocí un hombre tan avariento y mezquino, tanto que me mataba de hambre y no me daba lo necesario para comer. Digo verdad: si con mi ingenio y habilidad no me hubiera sabido remediar, muchas veces me habría muerto de hambre; pero a pesar de su saber y astucia yo le engañaba de tal forma que siempre, o las más veces, me llevaba lo mejor. Para esto le hacía burlas endiabladas, de las cuales contaré algunas, aunque no todas a mi favor.

EPISODIO DEL FARDEL

Él traía el pan y todas las otras cosas en un fardel que cerraba con una argolla de hierro y un candado con llave y al meter y sacar todas las cosas lo hacía con gran vigilancia y lo contaba todo tanto que no había hombre en todo el mundo capaz de quitarle una migaja. Yo tomaba la miseria que él me daba, la cual en menos de dos bocados era despachada. Después que cerraba el candado y se descuidaba pensando que yo estaba dedicándome a otras cosas, yo descosía una costura de un costado y por allí sangraba el avariento fardel, sacando buenos pedazos de pan, torreznos y longaniza y después la volvía a coser.

EPISODIO DE LA MEDIA BLANCA

Yo le sisaba y hurtaba todas las medias blancas que podía y cuando le mandaban rezar y le daban una blanca, como él no veía yo la recogía y me la llevaba a la boca donde tenía una media blanca preparada y rápidamente cambiaba las monedas. Se quejaba el ciego, porque al tocar la moneda conocía y sentía que no era blanca entera y decía: – ¿Qué diablo es esto que desde que conmigo estás sólo me dan medias blancas y antes muchas veces me pagaban con una blanca o un maravedí? En ti debe estar esta desdicha. Entonces él acortaba el rezo y no acababa la oración, porque me tenía mandado que en cuanto se fuera el que la mandaba rezar, le tirase de la capucha de la capa. Yo así lo hacía. Luego él volvía a dar voces, diciendo: – ¿Mandan rezar tal y tal oración?.

EPISODIO DEL JARRO DE VINO

Solía poner junto a él un jarrillo de vino cuando comíamos y yo rápidamente lo asía y le daba un par de besos callados y lo dejaba en su sitio. Pero aquello duró poco porque en los tragos se daba cuenta de la falta y por reservar su vino a salvo nunca soltaba el jarro, siempre lo tenía por el asa asido. Yo, que estaba hecho al vino, con una paja larga de centeno, que metía en la boca del jarro, chupaba el vino y lo dejaba a buenas noches. Pero como fuese el traidor tan astuto, pienso que se dio cuenta y desde entonces colocaba su jarro entre las piernas y lo tapaba con la mano y así bebía seguro. Yo, como estaba hecho al vino, moría por él y viendo que aquel remedio de la paja ya no me valía, decidí hacer un agujero sotil en el suelo del jarro y taparlo con cera y a la hora de la comida, fingiendo tener frío, me colocaba entre las piernas del ciego a calentarme en la pobrecilla lumbre que teníamos y al calor de ella se derretía la cera y comenzaba el jarro a destilarme vino en la boca, la cual yo de tal manera ponía que maldita gota se perdía. Cuando el ciego iba a beber, no hallaba nada: se espantaba y maldecía no sabiendo qué podía ser. – No diréis que lo bebo yo-le decía-, pues no lo soltáis de la mano. Tantas vueltas y tientos dio al jarro que halló el agujero y cayó en la burla. Pero lo disimuló como si no se hubiera enterado y al día siguiente, teniendo yo rezumando mi jarro como solía, estando recibiendo aquellos dulces tragos, mi cara puesta hacia el cielo, un poco cerrados los ojos por mejor gustar el sabroso licor, sintió el desesperado ciego que era el momento de vengarse y con toda su fuerza, alzando con dos manos aquel dulce y amargo jarro, lo dejó caer sobre mi boca, ayudándose de todo su poder, de manera que yo que estaba descuidado y gozoso, verdaderamente me pareció que el cielo, con todo lo que en él hay, me había caído encima. Fue tal el golpe que perdí el sentido y el jarrazo tan grande, que los pedazos de él se me metieron por la cara, rompiéndomela por muchas partes y me quebró los dientes, sin los cuales hasta hoy en día me quedé. Desde aquella hora quise mal al mal ciego y aunque me quería y regalaba y me curaba, bien vi que había disfrutado del cruel castigo. Me lavó con vino las roturas que con los pedazos del jarro me había hecho y sonriéndose decía: – ¿Qué te parece, Lázaro? Lo que te enfermó te sana y da salud. Y otras gracias que para mí no lo eran. Visto esto y las malas burlas del ciego, determiné dejarle.

EPISODIO DEL POSTE

Al día siguiente salimos por la villa a pedir limosna. Había llovido mucho la noche de antes y por el día también llovía. Andaba el ciego rezando debajo de unos soportales que en aquel pueblo había, donde no nos mojábamos, pero como se hacía de noche y no paraba de llover, me dijo: – Lázaro, este agua es muy mala, está llegando la noche y cada vez llueve más. Regresemos ya a la posada. Para ir allá, teníamos que pasar un arroyo que con lo que había llovido traía mucha agua. Yo le dije: – El arroyo va muy ancho; pero si queréis, yo sé por donde atravesarlo sin mojarnos, porque se estrecha allí mucho y saltando pasaremos sin mojarnos los pies. Le pareció buen consejo y dijo: – Discreto eres; por esto te quiero bien. Llévame a ese lugar donde el arroyo se estrecha que ahora es invierno y sabe mal el agua y más llevar los pies mojados. Yo, cuando vi que accedió a mis deseos, le saqué de debajo de los soportales y lo puse enfrente de un poste de piedra que en la plaza estaba, sobre el cual y sobre otros cargaban saledizos de aquellas casas y le dije: – Este es el paso más estrecho que en el arroyo hay. Como llovía mucho y el ciego se mojaba y con la prisa que teníamos de escapar del agua que nos caía encima y, lo más principal, porque Dios le cegó en aquella hora el entendimiento (fue por darme venganza), me creyó y dijo: – Ponme bien derecho y salta tú el arroyo. Yo le puse bien derecho enfrente del pilar y dando un salto me puse detrás del poste y le dije: – ¡Sus! Saltad todo lo que podáis, para que caigáis a esta parte del agua. Apenas lo había acabado de decir cuando el pobre ciego, echando un paso atrás para hacer mayor salto, se abalanzó como cabrón y con toda su fuerza arremetió y dio con la cabeza en el poste, que sonó tan recio como si diera con una gran calabaza y cayó luego para atrás, medio muerto y rajada la cabeza. – ¿Cómo y oliste la longaniza y no el poste? ¡Oled! ¡Oled! Le dije yo. Y allí lo dejé en manos de mucha gente que lo había ido a socorrer y tomé corriendo la puerta de la villa y antes de anochecer llegué a Torrij

Análisis

Lazarillo de Tormes – Análisis tratado I (1°parte)

Tratado primero: Presentación de Lázaro
Trabajo realizado por la Prof. Paola De Nigris

Los tratados comienzan con un paratexto, en este caso dice “cuenta Lázaro su vida y cuyo hijo fue” que en realidad no parece adelantar nada importante sobre el contenido de lo que va tratar. Toda la novela va a hablar de eso. Esto ya predispone al lector a la burla, ya que éste, acostumbrado a las novelas de caballerías que solían comenzar con un paratexto que anunciaba el episodio central, encuentra aquí el mismo mecanismo, pero si bien es cierto que esos paratextos no decían mucho, nunca eran tan vacíos como éste.
La narración comienza abruptamente, con una conjunción, como si hubiera una conversación previa. Esta conversación está dirigida a la figura del narratario (aquel a quien está dirigida la historia), figura que no aparece comúnmente en las narraciones, lo que hace que esta novela tenga un carácter epistolar (carta). Este narratario es “vuestra merced”, un burgués que le ha pedido a Lázaro que le explique cómo es posible que su mujer le engañe con el Abad. Seguramente, el burgués ocioso, deseaba conocer los pormenores del adulterio, pero Lázaro responde con su vida, demostrando que esta situación no es más ue una nimiedad ante las desgracias y desventuras que él ha tenido que pasar. Él es un producto de la sociedad injusta “ante todas las cosas” y si ha llegado allí ha sido “remando” en la vida, para llegar a buen puerto.
Él comienza su relato desde algo tan esencial como es el nombre. Lázaro no se llama así, así le dicen; es su apodo. Por lo tanto, a Lázaro le está vedado hasta su propio nombre, su identidad. Él es alguien, por la mirada de otros, otros han determinado su identidad. Esto va en relación con el nombre “Lázaro”. Éste es un nombre bíblico. Es un personaje de los Evangelios que Cristo resucita. De la misma manera este niño tiene dos nacimientos, uno es el biológico y otro el de pícaro. Volverá a la vida, pero no como el Lázaro bíblico para hacer el bien, sino, irónicamente, para sobrevivir a como de lugar. Por eso es un anti-héroe, porque encarna todas las cualidades negativas de una época, de una sociedad.
Ironizando las novelas de caballería, Lázaro anexa a su nombre, el del río en que nació. Era una práctica común de los caballeros, anexar el nombre del lugar en que habían nacido para realzar ese lugar con sus hazañas, una vez que cobraran nombre y fama de héroes, pero como Lázaro es un anti-héroe, lo que logra con este efecto es comicidad, burla despectiva a las clases superiores, aristocráticas, y a los personajes que se destacaban por sus buenas hazañas. Las hazañas de Lázaro son para sobrevivir él, no para lograr “fama y nombre”, y no son heroica, sino muchas veces son cosas que a la sociedad desprecia.
En línea de la ironía, que es un recurso literario por el cual se sugiere lo contrario a lo que se dice, Lázaro anexa el nombre de sus padres a su presentación, como si estos fueran de alcurnia, aristócratas importantes. Sin embargo, el nombre sugiere la vulgaridad de ellos, son Pérez y González. Algo parecido sucede con el nombre de la aldea, el nombre de un pueblito desconocido, pero adjuntado al nombre de Salamanca, parecería darle prestigio a la aldea.
Desde su nacimiento le está negado lo esencial, su nombre, una descendencia digna, un lugar al menos conocido, e incluso un nacimiento recibido con agrado. Lázaro no tiene en el momento del nacimiento el apego emocional que debería tener, la madre bien puede sustituirse por el río, y el padre es una figura ausente como veremos más adelante y como Lázaro adelanta cuando dice “que Dios perdone”. La madre tiene el parto casi sin darse cuenta, no lo espera realmente, la agarra desprevenida “una noche en la aceña, preñada de mí, tomóle el parto y parióme allí”. La utilización de los verbos unidos por la conjunción “y” muestran esta sorpresa del parto. Esto nos muestra el desapego de esta madre.
Lázaro hasta tiene vedada su voz, y por lo tanto su posibilidad de mostrar emociones, y estas se muestran en las palabras que utiliza, como una especie de venganza del mundo que lo margina. Así su madre no estará embaraza, estará “preñada” como si ella fuera una vaca y él un ternero, siendo ambos puestos a un nivel de animales. Muchas veces, ante hechos fuertes, Lázaro no se permitirá expresar emociones, sino sólo las dejará entrever a través de palabras.

Presentación del ciego y despedida de la madre
Una vez que Lázaro pierde su segunda figura paterna, la madre determina ir a servir a un mesón, tratando de “evitar el peligro”. Así sirve, Lázaro ayuda y conocen un día a un ciego que viene a posar una noche. Este personaje será para Lázaro un padre, aquel que le enseñe el oficio de pícaro, lo inicie en este mundo y le de las herramientas para vivir en él.
La ceguera en la literatura es algo tradicional. Desde la época griega, se consideraba que el ciego era una persona que tenía poderes especiales. Justamente, por ser ciego y tener impedida uno de los sentidos más importantes para el hombre, se creía que los dioses los compensaban con la posibilidad de ver más allá que el resto de los mortales, y por eso se los asociaba a la adivinación. No es casual que este ciego viva de la adivinación, basándose en esa creencia popular, pero en realidad serán mentiras y estafas las que hará a quien requiera de sus servicios. Sin embargo, en la vida de Lázaro, el ciego le profetizará el futuro cuando le diga “que si hombre en el mundo ha de ser bienaventurado con vino, que serás tú” y en otro momento “A lo menos, Lázaro, eres en más cargo al vino que a tu padre, porque él una vez te engendró, mas el vino mil te ha dado la vida”; así Lázaro terminará su vida vendiendo vino, siendo esta profesión la que le permitirá sostenerse dignamente.

El ciego aparece y ve a Lázaro con buenos ojos, así se lo pide a su madre para que le sirva. Este diálogo entre el ciego y Antona se muestra a través de las palabras de Lázaro narrador, en la forma de discurso indirecto libre. No sabemos exactamente las palabras de los personajes, sino por fragmentos. Sin embargo, el Lázaro personaje no habla directamente. No hay lugar para escuchar su voz en algo tan importante como es su futuro. No sabemos cómo se sintió, qué quería, si le dolió. Lázaro personaje parece no poder opinar. Pero Lázaro narrador deja entrever algunas cosas a través del lenguaje. El ciego lo pide para “adestrarle” y no para enseñarle, si bien la palabra está adecuada en su contexto, deja entrever la relación Lázaro/animal. La madre lo “encomienda”, no lo da en adopción, casi como se encomendaría un paquete. Así se siente Lázaro ante esta situación.
A su vez, este diálogo revela otra de las lecciones que empezará a aprender Lázaro y es que el mundo es hipócrita, y que para conseguir algo es necesario disfrazar la realidad. La madre la disfraza cuando le dice al ciego que el padre era “un buen hombre”. No es que no lo fuera, pero tampoco es tan cierto esto. Era un trabajador, pero también era un ladrón, y así la realidad se hace compleja. Le dice que fue muerto “por ensalzar la fe”, eso tampoco es del todo cierto. Si bien estuvo en la guerra, no estuvo peleando, sino cuidando las mulas de un caballero. Y en este contexto, la expresión “confiaba en Dios no saldría peor hombre que mi padre”, termina siendo cierta, pero con lo dicho anteriormente, sería interpretada de manera diferente. Termina pidiéndole al ciego algo que resulta paradójico si se toma literalmente, le pide que “mirase por mí”, esto muestra el desapego de la madre, que aún le afirma que “era huérfano”, siendo que Lázaro tiene una madre.
La respuesta del ciego también está cargada de ese disfraz. Él se compromete a cuidarlo y agranda la situación al decirle que “no por mozo, sino por hijo” lo toma. Esto es cierto y no lo es. Lo castigará, lo maltratará, se burlará de él, sin embargo, como un padre terrible, despiadado, le enseñará todo lo que necesita para moverse en este mundo. Le dará las herramientas para subsistir. Le mostrará el camino como no pudo hacerlo ninguno de los padres que tuvo hasta el momento.
Así Lázaro comienza esta nueva vida marcada por esa antítesis “nuevo y viejo amo”, será una nueva vida para él, por lo dicho anteriormente, y a su vez, la expresión “viejo amo” nos muestra la experiencia que este personaje tiene en estos artilugios que en breve saldrán a la luz.
De la despedida con la madre resulta una de las lecciones que Lázaro aprenderá vivencialmente con el ciego en el episodio de iniciación a su nueva vida, que es el episodio del toro. La madre llora al despedirse, sin embargo, las palabras que usa con Lázaro son duras, porque también la situación lo es. Ella sabe que no habrá otra posibilidad de encuentro, así que Lázaro está muriendo a su vida anterior. Ahora deberá enfrentar una vida nueva, sin la presencia materna, aún cuando la madre no es una presencia significativa, hasta ahora ha procurado alimento y cuidados para él, y por lo que hemos visto, Lázaro no ha vivido maltrato físico, como comenzará a vivir en su nueva condición.
Ella le dice tres cosas: “procura ser bueno y Dios te guíe”, “Criado te he y con buen amo te he puesto” y “válete por ti”. La primera depende de su comportamiento para ser ayudado por Dios, la segunda es referida a su responsabilidad como madre, y la tercera es la lección más importante, es como el secreto, la lección que Lázaro necesitará que quede marcada a fuego en su cuerpo, para poder comprender en el mundo en que va a pasar a moverse: válete por mí. A partir de ahora está solo, y eso lo va a aprender cuando el ciego lo inicie. Así que ni Dios, ni la madre, ni el ciego van a poder ayudarlo, él debe aprender a mirar por sí mismo, a buscar lo que necesita, a sobrevivir, sin confiar realmente en nadie.
Episodio del toro
Este episodio es la iniciación a la vida de pícaro, y tendrá una carga simbólica importante. En primer lugar deben cruzar un puente, que es un pasaje que permite salir de un lugar y llegar a otro. Este pasaje será simbólico de ese pasaje que Lázaro va a hacer de una vida a otra, de una condición a otra. Por otra parte, el puente es un pasaje sobre un río. Así la presencia del río recuerda aquel río en el que nació. Lázaro va a tener un nuevo nacimiento después de este episodio.
Al salir de Salamanca y cruzar este puente, hay un toro de piedra. El toro es otro animal simbólico en España. Sabemos que las corridas de toros son una pasión española porque implican enfrentarse con un animal fuerte, que arremete, en donde se pone en juego la valentía y la destreza del torero. Así será la realidad y la vida a la que Lázaro se va a enfrentar, fuerte, despiada, que arremete contra todo, y que no tendrá piedad por él, ni aunque sea un niño, y a esa realidad él tendrá que enfrentarse con valentía, con astucia, con destreza, como lo haría un torero.
El ciego le pide que se acerque al toro para oír lo que hay dentro. Apela al mundo infantil y mágico que todo niño ha de tener. Un mundo idealista, ingenuo, y ese será el mundo que el ciego va a destruir al golpearlo contra la piedra, algo material que debe quedar marcado en el alma, en la vivencia y en el cuerpo de Lázaro. No se puede ser ingenuo y mágico en una realidad en la que te tenés que valer por ti. Y es en la cabeza donde debe darse el golpe, porque es la cabeza la que debe despertar. El golpe retumba en él como una “calabazada”, como si algo dentro de él se hubiera roto en mil pedazos. Nada puede quedar en su lugar después de este episodio.
Una vez dado el golpe, aparece la burla. Así son las lecciones del ciego, siempre terminan con la burla. Lo que en este momento le dice es la lección más importante y la que define a un pícaro: “necio, aprende, que el mozo del ciego un punto ha de saber más que el diablo”. Es necesario ser más rápido, más astuto, más perverso, más vivo que el mismo diablo, saber aprovecharse de las circunstancias, mentir, engañar, sin importar el otro, aprender a sacar ventaja de cualquier situación. Esto es un pícaro, alguien más rápido que el diablo.
Lázaro comprende la lección cuando asegura que en ese instante “desperté de la simpleza en que como niño dormido estaba”, y termina concluyendo lo que su madre le había dicho momentos antes “solo soy y pensar como me sepa valer”. Este es su nuevo nacimiento, uno en el que debe moverse en soledad, desconfiando de todo.
Episodio del poste
Así como el episodio del toro es la iniciación a la vida de pícaro, el episodio del poste, el final, es la graduación, y por esa razón tendrá innegables similitudes.
Luego de pasar por una serie de lecciones, en las que Lázaro va puliendo su técnica de engaño y aprendiendo de esta realidad cruel en la que se encuentra y se encontrará inmerso durante toda su vida, Lázaro llega a determinar dejar a su amo, cuando se siente preparado para hacerlo.
Espera la circunstancia, aprende a valerse de ella, como el ciego aprovechó la circunstancia del toro para hacerle la broma. Las circunstancias en este episodio es que había llovido mucho, y aún seguía lloviendo, y encima venía la noche, por lo tanto había cierta presión para apurarse. Estas circunstancias son repetidas insistentemente por el Lázaro narrador, como si quisiera despertar al Lázaro personaje, que no se da cuenta de estas ventajas hasta que descubre que el ciego tiene cegado el entendimiento. Últimamente, como pequeñas venganzas, Lázaro llevaba al ciego por lugares difíciles de caminar, y el ciego lo sabía. Se quejaba, pero Lázaro aseguraba que no había otra forma, y que buscaba el mejor camino. En este caso hace lo mismo, y era de suponer que el ciego se daría cuenta, pero no lo hace. Cree en la excusa de Lázaro, es decir, ha mejorado su capacidad de engañar. Y así como en el episodio del toro el ciego se vale de su ingenuidad, aquí Lázaro se vale de la ingenuidad del ciego. Le asegura que hay un paso por donde pasar en el que no se van a mojar, y cuando ve que el ciego alaba la bondad y el cuidado de Lázaro, ahí percibe la oportunidad.
Elije para la venganza un “pilar o poste de piedra”, igual que el toro que era de piedra. Y así como el ciego despertó a Lázaro enfrentándolo a la dureza de la piedra, así despertará, o mejor dicho, dormirá al ciego con la dureza de la piedra. La piedra ahora será más dura que la de la primera lección.
Lázaro se pone detrás del toro “como quien espera tope de toro”. Con esta comparación se teje un puente con la primera lección. Ese toro, esa realidad que lo arremete, y que se encarnó en este tiempo en la figura del ciego, ahora será enfrentada por Lázaro cual si fuera un torero, mostrando que sabe cómo ganarle a esa realidad, que de alguna manera, sin quererlo realmente, el ciego le enseñó.
Le dice que salte con “todo lo que podáis”. La ambigüedad de sentimiento se vislumbra en la expresión “pobre ciego como cabrón”. Parece haber en esta una cierta compasión, pero también toda la rabia que esta figura le transmite.
Igual que en la primera lección aparece la palabra “calabazada”, mostrando que aquello que pareció romperse en la cabeza de Lázaro, ahora se rompe en la cabeza del ciego. El aprendiz superó al maestro, y aquello que a Lázaro lo despertó, al ciego lo durmió.
Y al final, como sello de esta graduación aparece la burla, guardada, resentida, que sale cuando menos se espera. La burla a la sagacidad que el ciego ha perdido en este instante, y que le valió este golpe que lo dejó medio muerto.

Tercera unidad:

El siglo de oro español:

Sigue una presentación que permite aportar ideas a los estudiantes para acercarse al tema, al conflicto y los personajes de la obra Fuenteovejuna:

https://www.emaze.com/@AZOTICLC/fuenteovejuna

Fuenteovejuna de Lope de Vega: http://www.colegiolapiedad.com/Archivos/Adjuntos/Contenidos/FUENTEOVEJUNA.pdf

Fragmento: Monólogo de Laurencia

Dejadme entrar que bien puedo

en consejo de los hombres

que bien puede una mujer,

sino a dar votos, a dar voces.
Llevome de vuestros ojos
a su casa Fernán Gómez;
la oveja al lobo dejáis
como cobardes pastores.
¿Qué dagas no vi en mi pecho?
¿Qué desatinos enormes,
qué palabras, qué amenazas,
y qué delitos atroces,
por rendir mi castidad
a sus apetitos torpes?
Mis cabellos ¿no lo dicen?
¿No se ven aquí los golpes
de la sangre y las señales?
¿Vosotros sois hombres nobles?
¿Vosotros padres y deudos?
¿Vosotros, que no se os rompen
las entrañas de dolor,
de verme en tantos dolores?
Ovejas sois, bien lo dice
de Fuenteovejuna el hombre.
Dadme unas armas a mí
pues sois piedras, pues sois tigres…
–Tigres no, porque feroces
siguen quien roba sus hijos,
matando los cazadores
antes que entren por el mar
y pos sus ondas se arrojen.
Liebres cobardes nacistes;
bárbaros sois, no españoles.
Gallinas, ¡vuestras mujeres
sufrís que otros hombres gocen!
Poneos ruecas en la cinta.
¿Para qué os ceñís estoques?
¡Vive Dios, que he de trazar
que solas mujeres cobren
la honra de estos tiranos,
la sangre de estos traidores,
y que os han de tirar piedras
hilanderas, maricones,
amujerados, cobardes,
y que mañana os adornen
nuestras tocas y basquiñas,
solimanes y colores!
A Frondoso quiere ya,
sin sentencia, sin pregones,
colgar el comendador
del almena de una torre;
de todos hará lo mismo;
y yo me huelgo, mediohombres,
por que quede sin mujeres
esta villa honrada, y torne
aquel siglo de amazonas,
eterno espanto del orbe.

Cuarta unidad:

Romanticismo:

Material didáctico:


Textos para trabajar en clases:

1- Gustavo Adolfo Becquer. Leyendas.

https://www.bibliotecaspublicas.es/donbenito/imagenes/Gustavo_Adolfo_Becquer_-_Leyendas_-_v1.0.pdf

2- Johann Goethe. Las penas del joven Werther

https://www.taller-palabras.com/Datos/Cuentos_Bibliotec/ebooks/Las%20penas%20del%20joven%20Werther.pdf

3- Mary Shelley. Frankenstein

https://www.biblioteca.org.ar/libros/133605.pdf

Generación del 27

Las voces olvidadas de la historia

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